Delirio de Aquaman

Dentro de la fauna masculina hay un espécimen muy particular, en la actualidad yo los llamo hombres con delirio de Aquaman.

Por naturaleza soy muy espontanea y cariñosa, en especial con las personas que me caen bien, indistintamente si son hombre o mujer. Me encanta dar abrazos, sonreír y tratar bonito a las personas. Con un poquito de calidez puedes descongelar corazones fríos y tristes.

Pero me ha ocurrido en algunas ocasiones que esa espontaneidad y amabilidad es mal interpretada por algunos especímenes del género masculino.

Hay hombres, que no sé si es que tienen muy alta su autoestima o que son demasiado dramáticos y se montan solos en su película, no les puedes sonreír porque se imaginan que les gustas.

Entonces, si les das un abrazo, sonríes, eres gentil, tierna y amable lo interpretan como si tú estuvieras enamorada de él. Y si por alguna casualidad del destino te toca llamarlos o escribirles, se crean su película de terror, en la que piensan que los estás llamando como una excusa para coquetearles.

Creo que eso me ocurrió recientemente, es la deducción que saco después de analizar los hechos. Hay un tipo que conocí por cuestiones laborales, como muchos otros más, pero me cayó bien porque sintonizamos para en común ayudar a alguien. Pero, descubrí hace unos días que, sin decirme nada, me bloqueó de WhatsApp.

El asunto me sorprendió ¿Qué fue lo que hice? Me pregunté. Quizás le molesta que envíe tantos mensajes de difusión, en los que promociono y comparto mis ideas. Pero bueno ¿No era más sencillo y cortés decirme que lo sacara de la lista de difusión? Eso era lo correcto y lo más gentil. Me sentí muy incómoda y desconcertada. Me parecía una persona muy amable y agradable, fue una sorpresa negativa y la visión que tenía de él cambió.

Pero (como siempre) por más que quiera, nunca me puedo quedar callada y siempre termino diciendo lo que siento y pienso. Le hice el reclamo por teléfono, creo que se terminó de molestar. La franqueza tiene ese efecto secundario.

Luego, analizando los acontecimientos, pensé y si no sólo le molestan mis cadenas de WhatsApp. Y si se montó solo en la película de que a mí me gusta él. Y como un flashback vinieron a mi mente todas las sonrisas espontáneas, los abrazos cariñosos de saludo que le di que pudo haber malinterpretado ¡No tengo la culpa soy así de amable y espontánea de fábrica!

Y fue cuando exclamé ¡miércoles! Es posible que este caballero sufra de delirio de Aquaman. Así que de ahora en adelante con él tengo que ponerme la máscara de chica formal, gris, aburrida y antipática.

Yo no entiendo a los hombres y menos a los que sufren de este delirio. Creen que las mujeres se van enamorando de ellos, así como así, porque según sus neuronas infladas, ellos son irresistibles ¡Por favor! Ni que fueran Jason Momoa saliendo del agua en Aquaman o un John Wick dándole una balacera a tu corazón.

No son conscientes que son tipos normales, comunes, corrientes y silvestres, que para enamorarse uno de ellos tiene que conocerlos mejor y buscar en su interior. Un flechazo a primera vista sólo lo producen hombres como estos:

Si usted caballero, no se parece a ninguno de los anteriores tipos, bájese de esa nube, desinfle su ego y deje de ‘empelicularse’, las mujeres que le sonríen, son amables y dulces no están enamoradas de usted. Simplemente son gentiles y espontáneas.

¿Cómo reconocer a un hombre que sufre de delirio de Aquaman? Aquí les van unos tics:

– Se creen los ‘papichulos’ más sexys del planeta, unos Brad Pitt de vereda. Y si te sonríen caíste muerta ¡Dios nos proteja de esa sonrisa asesina!

-Si por casualidad te toca llamarlo más de dos veces, en la tercera llamada cambian de actitud, se ponen dramáticamente serios y cortantes, en su cerebro inundado de testosterona, piensan que es la mejor manera de evitar que les “declares tu amor”.

-Son paranoicos, piensan que todas las mujeres quedan fácilmente loquitas por ellos. Entonces se vuelven bruscos, toscos, distantes, prevenidos, artificiales al saludar, dejan de ser espontáneos y lentamente pasan de ser unos caballeros para convertirse en unos patanes.

-Algunos hacen ostentación de sus supuestas conquistas, como si fueran trofeos o presas atrapadas en sus mortales encantos.

-Son víctimas, acosados por las “mujeres locas” que se enamoran de ellos.

Si ustedes conocen otros síntomas del delirio de Aquaman, coloquelos en los comentarios. También esperamos nos cuenten si les ha pasado lo mismo.

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2 thoughts on “Delirio de Aquaman

  1. Otra señal para reconocerlos es: Se echan encima todo el tarro de colonia y cuando pasan por el lado producen un tsunami de estornudos. Usan pantalones, camisas y camisetas una talla menor que la de ellos para que les queden apretaditas y se vean “sexys” o como dice Suso “Sepsys”.

    1. jajajajajaja, si es verdad, yo conozco un par, creo que se tienen que untar aceite de coco para meterse en esos pantalones apretados. Yo no sé porque piensan que se ven sexys así.

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