En uno de mis cumpleaños mi familia decidió festejarlo en un restaurante, invitaron a mis amigos y familiares. Hubo un momento en que quisimos tomarnos una foto todos y le solicitamos al mesero que nos tomara la foto.
El mesero no supo de primera como funcionaba la cámara de mi celular, algo para mí normal, no todas las opciones en celulares de distintas marcas son iguales.
Con mucha amabilidad el mesero nos tomé la foto, cuando me entregó el celular el esposo de una prima le dijo al mesero: “por eso es que la gente como tú no progresa, no pasan de ser unos mediocres sirvientes, ni siquiera saben usar la cámara de un celular”.
La cara de humillación del mesero fue terrible e inolvidable para mí. Esas palabras del esposo de mi prima me dolieron en el alma, como si me hubiera ofendido a mi misma. Sentí tanta vergüenza con el mesero y tenía ganas de darle una cachetada al esposo de mi prima. Se me salió la salvaje que hay en mí y estuve a punto de comérmelo vivo, lingüísticamente hablando. Pero mi mamá que me conoce perfectamente me pisó durísimo y me contuvo.
El ridículo esposo de mi prima me dañó mi cumpleaños, no pude disfrutar la comida pensando en la humillación que había recibido el mesero.
Salí del restaurante con las palabras atragantadas en el alma. Palabras que me estaban indigestando, ahogándome porque no las pude decir. No tenía donde ni con que escribir. Me estaba dando un colapso literario y moral.
Como sabiamente dijo Sirus Black “Si quieres saber como es alguien mira de que manera trata a sus inferiores no a sus iguales”.
Desde ese día detesto al esposo de mi prima. No soporto ni oír su nombre. Ese día me quedé intoxicada de palabras sin decir. Pero hoy, aquí en mi espacio de desahogo personal le voy a dedicar unas letras.
Para mí es un remedo de abogado, el más mediocre de todos los mediocres. No saca ni a una mosca de la cárcel. Ni para ponerle la fecha a un derecho de petición sirve.
Que día me enteré que le iban a quitar la tarjeta profesional porque montó una oficina “pirata” en la que recibía el primer pago de los clientes (victimas) y no le hacía los procesos por los que le pagaban. Espero de corazón que le hayan quitado la tarjeta profesional, es un peligro jurídico ambulante.
Para rematar es un mantenido, literalmente, lo triste es que se siente orgulloso de serlo. La carrera se la pagó la esposa. Le compran hasta lo calzoncillo y tiene 50 años. Nada de lo que come, toma o se pone ha sido pagado por él o con su dinero. Todo se lo compra la esposa o la mamá con sus propios dineros.
No consigue trabajo, por lo inepto y flojo. Las pocas veces que ha sido contratado como abogado por poco lo meten a la cárcel sus propios clientes.
Se cree el hombre más guapo de planeta. Tom Cruise le queda chiquito. No sé si es cegatón o en realidad se ve lindo ante el espejo, pero tiene la cara como una guanábana, le decían “El Madroño”, así que calculen…
Será un remedo de abogado por los siglos de los siglos. Nació inepto y así morirá.
