No sé quién se inventó la escritura, he investigado un poco y no existe alguien al que se le pueda decir el papá de la escritura, no tenemos un Edison o un Tesla en el campo de la comunicación escrita. Existen muchas teorías, la arqueología ha sido la ciencia que más ha descubierto y ayudado a desentrañar nuestro pasado de la comunicación escrita.
Lo cierto es que la historia del hombre comienza a partir de las primeras cuevas, piedras y tablillas llenas de dibujos que narraban el diario acontecer del humano de la época.
Dentro de mi historia, no recuerdo el día que aprendí a escribir, mi madre dice que ya a los 3 años escribía garabatos. Lo único que sé es que me encanta escribir, que es para mí la única manera de conocerme, de ser mejor persona, de entender el mundo que me rodea, de expresarme y de ser yo misma.
Por supuesto, lejos estoy de ser una brillante escritora y una experta en gramática y ortografía, sólo soy una persona a la que le apasiona escribir. La escritura hace parte de mi vida, como dormir o comer, tengo que tener dentro de mi día un espacio en el que pueda plasmar lo que pienso y siento en una hoja, sea virtual o física.
Llevo años escribiendo, escribiendo para mí, donde principalmente los únicos ojos que me han leído son los míos. En algunas oportunidades he compartido mis escritos con familiares y amigos, se han publicado documentos escritos por mí, textos técnicos y del ámbito profesional, pero nunca nada de mi interior, de mi forma de ver el mundo, donde me expreso como soy, sin mascaras o ataduras sociales.
Un día cualquiera descubrí el concepto del blog, me fascino, me convertí en una lectora de blogs. No me había atrevido a dar el paso de publicar mis escritos para que los leyera el mundo, hasta hoy. Hoy desperté con ganas de que me lean extraños, que me juzguen, que estén de acuerdo conmigo, que no les guste mis escritos. Hoy amanecí con ganas de que otros ingresen a mi mundo.
Pienso hacerlo un poco anónimo, no estoy preparada para el protagonismo, sobre todo cuando desnudo mi alma en ojos de extraños.
Así comienza esta aventura textual que no sé cómo vaya a terminar, escribiré seguramente muchas tonterías, tal vez de poco interés, así como también saldrán a flote las aguas profundas de mi alma. Bienvenidos extraños.
UNO SIEMPRE TIENE QUE LIDIAR CON SUS DEMONIOS